sábado, 31 de diciembre de 2011

A vísperas de año nuevo


A pocas horas de dejar el 2011 y prepararme para decir “prueba superada”, me ha dado la gana reflexionar sobre el año que va y disponerme acomodar turcas para el próximo. Si bien, no ha sido un año fácil, me llevo un buen sabor de boca. Ciertamente, empecé el 2011 con el corazón hecho confeti, para bien o para mal, esa situación me hizo descubrir una Hilda diferente, una Hilda más fuerte, más alegre, más llena de vida. Empecé a encontrarme con destello arcoíris que no conocía de mí. Luces que me llevaron a conocer gente nueva, ilusiones y esperanzas nuevas. Redescubrí amistades que tenía olvidadas, retomé lazos familiares que había archivado en un cajón y bebí té bajo la lluvia con toques de besos melocotón. Me enamoré un millón de veces, anhele abrazos de fantasmas y de artistas, escuché palabras con acentos distintos al mío, desee besar un millón de veces a ese chico que se fue para Estados Unidos. Bebí demasiado, baile un poco más, reí a carcajadas, trabajé en un Castillo de ensueño, viaje un poco más al sur y di mis vueltas al norte. Lloré con el alma desnuda mientras mi artista hacía un retrato de mi sonrisa. Viví días en un hospital. Sané heridas, se abrieron otras. Conocí el arrepentimiento de mi padre, discutí con él, lloré con él. Compré diarios, zapatos y una que otra tontería. Me volví más cursi, anhelando amar todo, amar la vida, amar cada pedazo de aire que respiro. Comprendí la enfermedad de mi madre, me enojé mil veces, culpé al hijo de un dios por ello. Dejé que mis pies descalzos tocarán el asfalto tibio y enrede mis dedos en el cabello de algún pasajero en mi destino. A pesar de todo, sé que el próximo año estará lleno de obstáculos, dolores de cabeza, tés amargos que hacen que la vida se disfrute y se vuelva bella. Vendrán tés frambuesas y colores armonía, besos tutti frutti y melodías de color. Tendré un nuevo trabajo con amistades nuevas. Vendrá un romance más y lecturas que hacer. Me compraré un vestido nuevo y prepararé un viaje al otro lado del mundo. Sólo me queda decir

¡PRUEBA SUPERADA!

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Invierno


El invierno, siempre, me ha calado hasta los huesos; es el cierre de mi estación favorita y el inicio de una estación que trae bríos nuevos. Sin embargo, cada invierno me recuerda que, tal vez, en mi vida pasada fui una hija de la chingada y no logré juntar los suficientes puntos karmáticos para pasarla del todo bien en esta vida.

Hace cinco años, en invierno, murió una de mis mejores amigas. Fue una de las peores noticias que me dieron en estas fechas de gélido clima. El año pasado me dieron un par de golpes espirituales y ganchos al hígado bien colocados a punto de knock out, acompañados de la traición de K. Para este año las cosas no andan del todo bien. Mi vida en el Castillo concluyó y las ganas de seguir curando exposiciones se ven frustradas por el cierre de año. La vida de mi madre poco a poco se nos va de las manos. Y por si fuera poco, cupido sigue jugando conmigo. No lo niego, ha sido un buen año, pero el invierno no ha sido mensajero de buenas nuevas. No hay señales de ofertas de trabajo, ni de un buen estado de salud para mi madre, e incluso, salgo con alguien, pero ese alguien no me llena del todo, lo cual no me hace feliz.

Si la lluvia me hace llorar, el invierno me hace escaldar mi piel hasta allagarla de dolor. Sin embargo, deseo que el próximo año empiece con un poco de melodías vainilla y tés de colores melocotón. Anhelo escaparme de casa y encontrarme con un par de amigos al sur del país, tal vez, viajemos al sur del conteniente y nademos hasta la Costa Azul.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Sin remitente


He leído la correspondencia entre Anaïs Nin y Henry Miller y me ha surgido la necesidad de escribirte un par de líneas. Líneas un tanto cursis, un tanto melosas. Líneas llenas de arte y sin poesía, con reclamos y fantasías. Sin embargo, no he tenido el valor para hablar con Mercurio. El miedo de ocupar un espacio en tu correspondencia electrónica, me ha impedido dejar un mensaje en tu bandeja de entrada. Me hubiera gustado tocar a tu puerta y entregarte una impresión escrita con besos de frutos rojos.

Por el momento, te cuento que mis días no han sido fáciles. Hay una crisis existencial en mi camino. Al parecer mi destino está marcado en fragmentos que colapsan en la misma fecha del calendario. Hace un año, después de soñar una vida paralela junto a una persona amada, en un fin de semana, mi universo giro. El golpe vino con una traición al corazón. Hoy, en la misma fecha de noviembre, otra persona amada se escapa, poco a poco, de mis manos. Mi madre. Ella, hospitalizada con un cáncer que llega hasta el cerebro y debilita su corazón, ha intentado luchar entre conductos que miden su respiración. Por si fuera poco, mi vida en el castillo terminará.

Mi relación con cupido no ha sido nada buena. Unos días me regala gotas de endorfina y pastillas de miel, y otros días me envenena con sustancias tóxicas en frascos de desilusión y fatiga espiritual. He tenido que tragarme mi vulgaridad de vida cotidiana y manejar el estrés con toques de melancolía. Me cuesta trabajo decirlo pero desde que te fuiste mi mundo colapso. Es demasiado femenino de mi parte el quererte ver todos los días, pero no lo puedo evitar. Te extraño. ¿Volveré a verte? El invierno está en puerta y con él un par de lágrimas secas.

Espero una respuesta que nunca llegará.

miércoles, 9 de noviembre de 2011

Adiós a mi Castillo

Empieza la cuenta regresiva. Tengo que mandar currículos a todas las instituciones de la ciudad relacionadas con el mundo del arte, porque, en menos de dos meses, dejo mi amado Castillo. Sí, efectivamente, dejo mi Castillo porque el INAH no tiene presupuesto para financiar mis proyectos. Eso me hace pensar que el INBA no tendrá presupuesto para pagar una plaza a principio de este año, y menos con unas elecciones nacionales en puerta. Sólo me queda el anhelo y las esperanzas de trabajar en una institución privada, llámese Slim, Jumex o cualquier galería no perteneciente a CONACULTA.

A pesar de tan malas noticias, mi ánimo no ha decaído, he estado en peores condiciones. Sin embargo, mis necesidades de independizarme del nicho paterno (llámese vivir en casa de mis papás) se ven cada vez más frustradas. Mis futuros-casi roomies han quedado desilusionados después de tan malas noticias. Para colmo de mis males, los gastos decembrinos me tienen preocupada: las bodas en puerta, los regalos navideños, las deudas de las tarjetas, el pago de mi examen de maestría, y pos, ya me olvido de mi viaje a Cartagena y San Pancho.

Mi único consuelo es que el otoño sigue regalándome polvos mágicos que, a pesar de todo, siempre me ponen de buenas. Tal vez, ya encontré a mi roto ahora que me encuentro muy descocida, aunque he de confesar que esta situación me tiene demasiado asustada y confundida (por lo pronto es un tema que aún no me animo a tratar). Sólo sé que quiero dejarle un beso mandarina a este muchacho que me confunde con su francés y su psicología andante.

Por lo pronto, les dejo este videíto de mi hogar por el día

viernes, 21 de octubre de 2011

Tulipanes de ensueño

Jeff Koons

A mi mano han llegado tres invitaciones. Cada una distinta, cada una envuelta en un soplo de viento, particularmente, diferente entre sí, pero no por ello opuestos. Son tres invitaciones que me han llenado de alegría y han traído noticias afrutadas. Una de las invitaciones llegó desde la India. Después de luchar por su amor, a pesar de las opiniones familiares y de sociedad, mi amiga Resh se casa en un par de semanas. Desafortunadamente no podré asistir a esta boda de Disney llena de alfombras que vuelan, lámparas mágicas con genios que cumplen deseos, henna y Ranis de seda. Sin embargo, estaré brindando, llena de felicidad, desde mi amada ciudad azteca por mi amiga Resh y Mikhail.

La otra invitación llegó con la noticia del nacimiento de Pablo, el hijo de mi amiga Yazmín y Enrique. Sí, efectivamente, estos chicuelos, como diría mi sacro-santa-madre, se comieron la torta antes del pastel y se casarán en diciembre. Por lo que, me preparo con el diseño de mi vestido azul y busco compañía digna de una dama para tan importante evento (se aceptan propuestas en el buzón de sugerencias).

La tercera invitación llegó por sorpresa. Mi otra amiga, Itzel, se casará en enero con su novio Pablo. Esta noticia me llenó de alegría, ya que Itzel ha sido mi amiga desde que Alf existía. Hemos pasado momentos inolvidables llenos de risa y tamagochis de por medio, y a pesar, de ciertos desacuerdos, siempre hemos sabido contar la una para la otra.

Estas tres invitaciones han ocupado mi lista de propósitos desde hace varios días:

a) Tengo que ponerme a dieta rigurosa de zanahorias y brócoli para lucir, no una figura esquelética, pero sí una figura moderadamente esbelta.

b) Tengo que salir y conocer más chicos para llevar una pareja que no sea mi primo.

c) Tengo que comprarme unos tacones nuevos.

d) Tengo que comprarme un vestido nuevo.

e) Tengo que comprarme el segundo diario de Anaïs Nin (esto no sé por qué me viene a la mente).

f) Tengo que aprenderme los pasos de timbiriche para subir al escenario.

g) Tengo que práctica el brinco receptor para el lanzamiento de ramo, que esperemos sea más o menos parecido a los Tulipanes de Jeff Koons.

sábado, 15 de octubre de 2011

Por fin otoño

Kandinsky

Tengo mucho café en las venas, y entre más café más nerviosa y más insoportable. La exposición de Madero se retrasa constantemente, no me preocupa el retraso mientras me sigan pagando, me preocupa que el estrés se apodere de mí, de R. Casanova y de Rueda. Tengo mucho café en las venas por lo que ahora tomo un té chai acompañada de Anaïs Nin mientras espero a la terrorista de Tessy y a la ochentera de Chai en un café de Michoacán cuyo nombre coincide con el té y con el apodo de mi amiga. Tal vez, a mi único lector no le importe en dónde carajos estoy como a mí no me importa dónde carajos está el resto de la gente que hace su check in en el feis y en el tuiter.

Pero a pesar del retraso de la exposición, todo marcha en orden. Logré sacar la póliza de seguro para poder hacer el acopio de obra. Eso me tiene bastante relajada. El clima en esta ciudad va mejorando. Por fin respiro los olores maples de mi estación preferida y Reforma se pinta de naranja cempasúchil. Me encanta esta época del año porque la gente camina bajo el sol con botas y bufanda; hace frío y calor, bipolaridad perfecta (como mi estado anímico). A pesar del estrés, del coraje provocado con la secretaria de relaciones exteriores y mi acta de nacimiento, de las ganas de tirar la toalla, de mi hermano que me habla todo el tiempo para pedirme dinero, de saber que el amortz tarda en tocar a mi puerta o si llega se va, realmente, este clima me pone de buenas. Me entusiasma la idea de beberme el otoño en bocanadas de sueños y nubes de ilusiones. El lunes Madero me espera con nuevas postales y una visita a la cámara de senadores; ardillas en mi oficina-castillo y un beso al aire para un desconocido.

domingo, 9 de octubre de 2011

Otoño lluvioso


Estos días de lluvia han impedido que el otoño pinte de maple las avenidas de esta conflictiva ciudad. Los colores mágicos de esta corta estación se han encerrado en tormentas que nublan la visión e impiden ver más allá. Recorrer las calles bajo la lluvia en otoño, realmente, me hacen entristecer. Ciertamente la inspiración no ha regresado, no sé si regresará, no sé si alguna vez fue mía. Por lo pronto me encuentro con un poco de belleza clásica:

LLueve en mi corazón Il pleure dansmon coeur

Como llueve sobre la ciudad comme il pleut sur la ville.
¿Qué es esta tristeza
Quelle est cette langueur
que penetra mi corazón?
quipénètre mon coeur?


¡Oh ruido dulce de la lluvia
Ohbruit doux de la pluie

por tierra y sobre los techos! par terre et sur les toits!

por un corazón doliente pour un coeur qui s'ennuie.

¡Oh el canto de la lluvia! Oh le chant de la pluie!

LLora sin razón
Il pleure sans raison
en ese corazón que se descorazona
dans ce coeur qui s'écoeure.
¿Qué? ¿Ninguna traición?
Quoi! nulle trahison?

Este duelo sin razón Ce deuil est sans raison.


Es seguro la peor pena
C'est bien la pire peine

de no saber porqué de ne savoir pourquoi
sin amor y sin odio
sans amour et sanshaine

mi corazón tiene tanta pena mon coeur a tant de peine

Paul Verlaine

Caravaggio

Rossetti

Botticelli

miércoles, 28 de septiembre de 2011

Danza-Performance

El trabajo, las circunstancias, mi cabeza en la luna y un tanto en un planeta perdido en otra galaxia, no me han dejado tiempo libre para regalarle a mi único lector un par de notas afrutadas con tintes de información. Por ello, he aquí un pequeño obsequio

INFORMACIÓN:

El siguiente video es una breve muestra de un performance realizado por Sasha Waltz y Zaha Hadid. La mezcla entre arquitectura, danza, música y escenografía trasforman el lenguaje visual dancístico y nos trasportan a escenarios desafiantes. Éste es un claro ejemplo de cómo las instalaciones y los objetos coreográficos encuentran un sitio de expresión en museos y galerías, no sólo porque esos espacios se hayan convertido en alternativas para la danza, sino, más bien, porque este tipo de expresión está pensado desde y para las artes visuales.

domingo, 4 de septiembre de 2011

Lost in translation...Extrañando lo que nunca pudo ser






I have to go, but I will not let that come between us, okay?...

domingo, 21 de agosto de 2011

La vida es cruel, la gente cabrona y las esperanzas estorban

Goya

Desde que nací, me di cuenta que la vida no siempre es color rosa. Siempre supe que hay golpes que ni con mertiolate cicatrizan. Mi padre me enseñó que los cuentos de hadas nunca terminan en un final feliz. Sin embargo, a pesar de tanto madrazo que me ha tocado vivir, he intentado darle la mejor sonrisa a la vida Los que me conocen saben que me molesta trasmitir cosas negativas. Pero hay momentos en los que mi mood de sunshine forever llega a su límite y la nubecita que me persigue a diario se instala en mi arcoíris de extrema felicidad. Mis twitts, cómo dicen Minerva e Iván, son poético-dramáticos. De cierta manera, yo soy poética-dramática, tal vez bipolar: unos días la sonrisa me acompaña de oreja a oreja y otros días me encierro en mi ciclo de tormenta tropical.

Estos días los he vivido dentro un carrito de feria. En el trabajo todo bien, todo mal. El estrés, las listas de obra, los errores por mi distracción colectiva, el odio-amor por Madero, la felicidad de trabajar en un castillo en medio de un bosque y las ganas de llorar mis frustraciones por falta de experiencia laboral han acompañado con té amargo esta semana. Con los amigos he reído hasta llorar y he llorado por la traición de alguien que sabía me iba a traicionar. He bebido mezcal y en Raquia Serbia he mojado mis penas. He tenido charlas fantásticas con alguien que sé perfecto para mí pero que unas semanas se mudará a otro país. De la felicidad a la tristeza me he tomado un café Toscano con Danielito. Del amor al odio he pasado un millón de veces. Mi artista me ha cancelado un par de encuentros. De aquel hombre que se va sólo me queda la tristeza de saberlo fugaz. De mi familia se espera un divorcio, mi madre unos días bien unos días mal, con mi padre se vive el cuento de nunca acabar.

Me deprime saber que en unas horas exhumarán el cuerpo de mi amiga Mabel y lo trasladaran al panteón Francés. Me alegra saber que una par de horas estaré jugando fútbol. Me deprime saber que mañana es lunes y tendré que trabajar a marchas forzadas. Me alegra saber que mañana es lunes y que en la semana iré a mi calle favorita en la Roma con Isaúl. Me deprime saber que él se irá a Estados Unidos en dos semanas. Me alegra saber que tendré dos semanas para perderme en sus ojos negros y que algún día los volveré a ver. Me deprime saber que he tenido que romper las ilusiones que me hice respecto a mi artista (él es maravilloso, pero él no es para mí). Me alegra saber que mis sueños siguen siendo sueños y, que tal vez, algún día mi artista decida quedarse en el centro de mi planeta. Me deprime saber que la vida es cruel, la gente es cabrona y las esperanzas estorban. Me alegra saber que la vida es cruel, la gente cabrona y que las esperanzas estorban.

jueves, 4 de agosto de 2011

Junio-Julio

He disfrutado cada partícula de aire que me han regalado junio y julio. Si bien, no han sido los mejores meses del año, me han traído noticias afrutadas, llenas de altos y bajos, de tés vainilla y sonrisas caramelo. Vivo la mitad de mi día en un castillo dentro de un bosque en Chapultepec y como manzanas enchiladas en medio de charlas con Salvador Rueda. Todos los días me enamoro de un ángel dorado que se encuentra en Reforma cerca de Diana y disfruto de los niños comprando helados de fresa y congeladas amarillas. Extraño Santa Fe y los recorridos por los pasillos y jardines de mi universidad llena de ladrillos.

Junio y julio me regalaron amigos nuevos, partidos de fútbol, visitas al médico, noches en el hospital con una madre enferma, sueños envinados con mi artista y las ganas de darle un beso mermelada, horas y horas en archivos y bibliotecas, una que otra lágrima, una fiesta con amigos que prefieren bailar con personas de su mismo sexo, noches en el imperial y tardes de té, ilusiones, música nueva y una lectura de café.

Han sido días difíciles. Espero con ansias los destellos mágicos del otoño y la llamada a mi puerta de melodías nuevas. Guardo en mi almohada un par de libros de mi artista y la esperanza de verlo en mis sueños para escribir su nombre en mi oído y tatuar mis besos sobre su espalda. Le pido al hijo de un dios por la tranquilidad de mi madre y borre el dolor de su cuerpo ya marchito. Acomodo guiones para una exposición y escribo un tanto para mi único lector…

sábado, 23 de julio de 2011

Sangre, simplemente sangre


Mi artista (¡carajo, ya descubriste que te digo mi artista!) me recomendó una gran peli dirigida por Zhang Yimou, director de la Casa de los cuchillos y Héroe. Bajo un hermoso choque de tonalidades cálidas y frías, el remake de Sangre fácil (Blood simple) relata de la manera más bella y cómica el adulterio, la venganza y la muerte de sus protagonistas. Escondidos en un desierto montañoso de China, Wang y su esposa desencadenan una serie de tragedias provocadas por sus inseguridades, ambiciones, debilidades, engaños y misterios. Wang descubre que su esposa le es infiel con uno de sus empleados, el tímido e inseguro Li, por lo que decide contratar a Zhang, un policía hábil y corrupto, para matarlos y saciar su sed de venganza. La ingenuidad y torpeza de algunos de sus protagonistas desencadenan una maraña de enredos en donde sólo el espectador sabe lo qué sucede. Zhang Yimou echa mano del paisaje y la geografía a la hora de enriquecer el relato y baña de colores rojo, azul y café los escenarios montañosos de este gran film. Sangre, simplemente sangre nos deja ver las ironías de la vida y nos muestra la delgada línea entre lo moral y lo inmoral.

Los grandes momentos de este film: la preparación de la masa para los fideos, las montañas teñidas de rojo a manera de sangre, y su final.

viernes, 15 de julio de 2011

Se me olvidaron los puntos en algún punto

Miguel Rodríguez

La lluvia me ha traído tormentas con un dejo de tristeza y mi madre en la cama sin poder levantarse en medio de un cáncer entre el estómago y los pulmones y los puntos sobre la mesa y una semana llena de archivos con una curaduría sobre Madero en mi Castillo de Chapultepec trabajo nuevo y confuso los momentos de mi vida que persiguen las estrellas para detenerse en la luna y perder el compas del camino que marca una ruta entre un mejor amigo un artista un desconocido olvidando los puntos que se habían planteado en un momento de luz y obscuridad en medio de una noche fría y sola sin más remedio que anhelar y disfrutar un café una velada en los brazos que no son los míos en algún punto dejar de soñar para volverme sueño de noche y de día dejar de llorar dedicarme a mi destino pasajero en este mundo extraño con un haz de luz neón brillante en los ojos miel en vez de temor en los labios rojos que acarician canciones de tango y melancolía en la piel que desconoce la voz que jamás ha odio decir la melodía de un pasajero astronauta de un planeta como el mío perdida en lo más lejano de un punto que he olvidado y no recuerdo la vista cansada de tanto llorar por las lluvias que siempre me han traído malas noticias pero que anhelo después de tanto color arcoíris que he olvidado en un cajón archivado en una ventada que rompe vientos por ser abierta y las ganas de amar té durazno y un cuadro en la pared para dibujar sueños rotos y trazar anhelos y deseos que construyan una temporada en el paraíso a lado de un hechicero que rompa el frío del hielo después de un beso a punto de nieve con frutos rojos y azabache una aceituna como un punto olvidado en un vaso de cristal servido de whisky y mezcal bañados en confusión y desorden mental que busca el ancla que marque un nuevo destino para no sentir más para no vivir más dolor y buscar y encontrar algún momento que indique el sabor de un papel que quedo escrito en el ayer entre enero y hoy me olvido de mí y de ti para vivir aquí un punto final

viernes, 1 de julio de 2011

Un Adonis para una Eva/Una Venus para un Adán

Lempicka

Rodin

Canova

Guido Reni

Rubens

Ticiano


domingo, 26 de junio de 2011

Adonis dios desnudo

Mirón

Miguel Ángel

Francesco Hayez

Ribera

Ángel Zárraga


Pierre et Gilles

viernes, 24 de junio de 2011

La Diosa como Maja Desnuda

Giorgione

Tiziano

Velázquez

Goya

Canova

Ingres

Manet

lunes, 20 de junio de 2011

Mentiras para el corazón y de cómo odio algunas cosas de este mundo

Scott Rohlfs Its Not You Its Me

A quién engaño, me encanta quejarme y hacerme la sufrida para que me consientan, pero esta semana me han tocado regaños, jalones de oreja, gritos y una que otra madriza espiritual. Me he declarado bipolar y encantadoramente suicida. Hay palabras sabias que me han cantado al oído, frases seductoras llenas de ensueño y nubes de azúcar rosa. Pero la batalla sigue y mi mente insiste en somatizar problemas inexistentes. Un día amanezco llena de sabores mermelada y otro con resfriado mental. Por lo que se me antoja hacer una lista de las mejores mentiras para el corazón y de cómo odio algunas cosas de este mundo:

1.-Siempre he dicho que no hay que esperar nada de nada ni de nadie, sin embargo siempre espero algo de alguien. Busco recibir un mínimo de reciprocidad en las personas. Espero que me llamen, que me abran la puerta del coche, que me busquen cuando yo quiero, que me dediquen el tiempo que necesito, que me saquen a bailar cuando llevo el atuendo más fancy de la semana. Por lo que concluye que, algo que odio de este mundo es esperar algo de alguien.

2.-La familia me tiene de cabeza, que si me ayudas, que si me traes, que si me llevas, que necesito un abogado, que si me donás sangre, que si ya compraste las medicinas. Me he engañado todo este tiempo: he pensado que mi familia está ahí para apoyarme. Más bien creo que yo estoy ahí para ayudarlos. Ósea, qué carajos harían sin mí…yaaaaa basta con mi familia. Necesito un espacio para resolver mis problemas y no adueñarme de otros líos que no son totalmente míos.

3.-Me he saboteado, como es mi costumbre en estos ligeros problemillas del corazón, he perdido la oportunidad. La dejé ir. No sé si recibí las señales correctas en un momento incorrecto o fueron señales incorrectas en un momento correcto o simplemente me he creando fantasmas en mi mundo de juguete. Engañé al corazón pensando en alguien más. Me engañé pensando que él era simplemente un amigo. Y hoy, envuelta en celos, me quedan las migajas de algo bueno por lo que debí pelear. Odio los celos y ya estoy inmersa en ellos. ¡Carajo, por qué la gente no es clara con sus sentimientos! ¡Carajo, por qué no soy clara con mis sentimientos!

4.-Hablando de sentimientos. Odio que me regañen por soñar…está bien…está bien, se oye contradictorio, pero me encanta soñar, formarme una burbuja inexistente. Me encanta engañar al corazón, hacerme mis cuentos y mis fantasías, no por nada mi ascendente es sagitario. Me encanta platicar con Danielito (ibero-historia-boy) pero odio que me regañe. Danielito, amigo, yo sé que lees estás líneas, por fa por fa, ya no me regañes como lo haces, yo sé que lo haces por mi bienestar mental, pero dame chance de soñar. Ya sé que viajar al extranjero con mi artista es una utopía que ni en Milán cumpliría, pero de cierta forma, no me cuesta nada soñar.

5.-Ya entrados en el tema de los consejos y regaños. Odio con tooooooodo mi ser que me molesten personas que no conozco o que por lo menos no considero mis amigos. Es obvio, que si me molestan los consejos no pedidos y los regaños no deseados, me fastidia de sobremanera que me molesten personas ajenas a mí. A mis amigos les permito que me regañen, que me molesten, que me digan que mi color de cabello no es rojo. Pero al tipin más looser- seudo ligador (cuyo ligue es fastidiar a los demás) NO. Odio de este mundo a los molestos-borrachos-RBD que se acercan a decirme curandera en vez de curadora, ósea “cariño, ¡cómprate un libro y ponte a leer!”

martes, 7 de junio de 2011

Great Expectation

Ya varios me han preguntado que si me sentí como Rosé en Titanic, la verdad es que no. Más bien me sentí como Estelle en Great Expectations. ¿Qué si me gusta presumir lo que hago? Pues sí, me gusta contar mis aventuras, si no, no tendría este espacio bitácora-cuento-virtual. Claro, hay cosas que callo y otras que invento. Pero volviendo al tema. Me sentí como Estelle frente a Finn cuando éste dibujaba un retrato de ella desnuda. Tristemente, yo no fui entrenada por una tía como Dinsmoor y me quede en la habitación sin romperle el corazón a mi artista. Todas estas escenas me recordaron lo maravilloso que es este film. Envuelta por la paleta verde de Alfonso Cuarón y las encantadoras escenas de baile entre Finn y Estelle, esta película basada en la obra de Charles Dickens nos narra la historia Finnegan Bell, un niño que vive con su hermana y su cuñado después de la muerte de sus padres.

Es encantador como cuatro personas marcan la vida de Finn durante su infancia: el tío Joe –ex pareja de su hermana- quien lo cría en una playa en la Costa del Golfo deFlorida; Lusting, un fugitivo que pide ayuda al niño, asustándolo y amenazándolo, para que éste le consiga comida y un instrumento para romper las esposas que le impiden escapar; la señora Dinsmoor –tía de Estelle- mujer de avanzada edad, quien contrata a Finn para jugar cartas y entretenerla, cuyo deseo era vengarse de todos los hombres ya que ella fue abandonada el día de su boda; Estelle, una pequeña niña que vive con su tía y de quien caería perdidamente enamorado.

Con el paso de los años, Estelle abandona la Costa del Golfo de Florida para irse a estudiar al extranjero y Finn se muda a Nueva York para seguir su carrera de artista bajo el mecenazgo de Lusting. Ahí se reencuentra con Estelle que ya se encuentra comprometida con Walter, sin embargo ella está enamorada de Finn, pero su educación y sus intereses no le permiten amarlo.

Great Expectations es una historia de desamor desde que el niño Finn conoce a la rica y hermosa niña, Estelle, entrenada con un sólo fin: destruir los corazones de los hombres. Textualmente como lo dice Dickens: “…el verdadero amor. Es devoción ciega, humillación absoluta, total sumisión, fe y confianza contra uno mismo y el mundo entero, plena entrega del alma y el corazón al que te lo destroza…”. Great Expetations habla de la esperanza y es que ¿quién no ha mantenido, alguna vez, la ilusión de enamorarse y de ser correspondido, tal y como le pasa a Finn, o de encontrar a la persona que nos abra la mente para afrontar el miedo con valentía, como hace Estelle o esperar a que vuelva lo que nos dejó heridos para reparar nuestro corazón, como Miss Dinsmoor?


lunes, 6 de junio de 2011

Bailé y posé para ti

…y tus ojos me penetraron. Descubriste mi alma y pintaste mi cuerpo desnudo. Recorriste con tu mirada cada partícula de mi ser. Me besaste con tu respiración. Robaste las notas de mi aroma y me dejaste enredar mis dedos en tu cabello. Tocaste una sinfonía para mí y bebiste el vino de mi dulce melodía. Sacudiste cada poro de mi mente. Confundiste el líquido fluir de mi loco pensar. Me enseñaste las huellas de tu alma y pintaste de azul mi espalda. Encendiste con mezcal la primavera y borraste el frío invierno. Me cubriste con el manto de las estrellas. Soñaste y te encontraste conmigo…y te besé…

viernes, 3 de junio de 2011

Semana de té


¿No sé qué me ocurre? Mi mood de sunshine forever sigue haciendo acto de presencia cada mañana. (¡Carajo, tanta miel me empalaga!, pero lo que más odio es que lo estoy disfrutando al máximo). No sé si sea el fin de la primavera que anuncia esa brisita veraniega, húmeda, y rociada de lluvia y calor; que por supuesto, invita a buscar los brazos de un artista, mi artista. No sé si sean las interminables noches llenas de confusión y consejos envinados o las canciones hipster-ñoñas de la tarde. O tal vez, sean los múltiples tés que he bebido con toques de chicle pica pica o la selección del vestido perfecto para la próxima boda.

Me emociona la idea de oír su voz y que mañana lo veré para ir a una exposición y terminaremos en su casa con besos de mezcal. Siento un aleteo en mi estomago, ese aleteo estúpidamente ñoño y ridículamente feliz. La semana se está cerrando con broche de oro. Un par de llamadas y una visita al doctor cambiaron mi estado anímico. Las tazas de té desfilaron en la semana. Primero el domingo con mi amigo Danielito-odio-el-sunshine. Bebimos té de lichi y coco por la tarde envueltos en una charla de cristal e historia. Fue una conversación de esas que se disfrutan por el exceso de inquietudes, comentarios atinados, consejos a la medida, e incluso, por las endorfinas que exhalaba este muchacho (raro en él). Además ir a la Roma al café que es de mi amigo Danielito, pero que no le pertenece es mágico. Ver el movimiento de las hojas de los arboles, oír las campanadas de la Sagrada Familia, los niños mojándose en la fuente, y ver en la otra acera la OMR se vuelve encantador. Por supuesto, más encantador fue oírlo decir que mi artista estaba interesado en mí. Claro que eso ya lo intuía.

El lunes…bueno qué lunes, por Dios! La comida hecha por mi artista, las ganas de besarnos más allá y tenernos que contener, sus manos delineando la mariposa que viaja conmigo, las notas musicales y de su aroma, la conversación llena de promesas y confesiones, su risa transparente, sus ojos claros, su barba que rasposa y el té de manzana en porcelana. El lunes me trajo de regalo un beso de despedida para tener que ir corriendo al hospital. Me trajo un eterno estado de paz y un helado de fresa en mis labios.

El martes la taza de café escribió mi historia junto con Mamá Yuli. Los consejos bailaron en mis oídos, despejando mis dudas y se tornaron trasparentes mis ideas. La decisión fue tomada y seguir viajando a la mente de mi artista me trasporto a su voz que nubla mis sentidos y hace arder mis oídos. La magia de sus palabras dibujan un horizonte lleno de luz y me preguntan, celosamente, por aquel acento diferente al mío. Las aclaraciones y confesiones tomaron un rumbo melodioso.

El miércoles bebí un té de arándano con mi amiga Yazmín, quién me mostró el lila y el azul turquesa de una tela que promete ser testigo del amor que se tienen ella y su novio. Ayudar a mi amiga en esta difícil decisión me lleno de entusiasmo. El té bailoteo entre risas y chicles pica pica. Me emociona la idea de saber que una de mis mejores amigas se casará y que Alexa llegará en septiembre.

El jueves, el té verde se mezcló entre canciones cursis y melosas y una tarde de chicas enamorados. Unas cuantas pastillas de menta refrescaron nuestra mente y Tessy y yo bebimos té en una nube de aerosol rosa. Viajamos con Anni B Sweet a un pasado que no nos pertenece pero que nos ha marcado. Buscamos fotografías blanco y negro y negativos llenos de positivos. La atmosfera se torno cursilona con deseos de testosterona y terminó en una noche de baile en nubes de algodón.

Hoy viernes, el mood se lleno de gusto porque después de varios días, de lucha y cansancio, de hospitales y radiaciones fuimos mi madre y yo por un té. Ella bebió un té Chai y yo con mi té de café y chocolate en mano reímos de la vida y con la vida. Hace mucho tiempo que mi, ahora delgada, madre no me aconsejaba y se emocionaba al oírseme hablar de los códices que pinta mi artista de nombre telenovelesco. Beber una taza de té con mi madre ha sido lo más reconfortante de la semana. Esperar noticias de una galería de 904 me llena de emoción y mañana…

Hoy amanecí con mood sunshine, mañana quién sabe…aunque mañana viajaré cerca de un hospital lleno de ángeles para encontrarme con mi artista.

miércoles, 1 de junio de 2011

Los amantes del círculo polar

"Voy a quedarme aquí todo el tiempo que haga falta. Estoy esperando la casualidad de mi vida, la más grande, y eso que las he tenido de muchas clases. Sí, podría contar mi vida uniendo casualidades."

Como estoy con las endorfinas al mil, escribiré sobre una peli 100% cursilona pero no por eso pitera: Los amantes del círculo polar, dirigida por Julio Médem. Se trata de una historia de amor, con un toque de melancolía, contada por sus protagonistas, Ana y Otto, dos niños que se conocieron a la salida del colegio. Desde ese momento sus vidas se entrelazaron en un mismo círculo que se cerrará 17 años después en el Círculo Polar de Finlandia. Lo maravilloso de esta película, además del gran final, es la narrativa de sus protagonistas y sus párrafos in off; a manera de flashback, cadauno cuenta la misma historia de amor desde su realidad. A lo largo del film van apareciendo títulos que nos indican quién va ser el narrador en la próxima escena y hasta el próximo título: si Otto, si Ana o los dos a la vez. Los dos protagonistas van narrando los mismos hechos pero bajo su particular punto de vista, son dos verdades, dos historias de un mismo destino. Los acontecimientos que se suceden son simultáneos pero su presentación es sucesiva. Estructuralmente, el flash-back encaja perfectamente con la concepción de la vida que tienen los personajes del film: el principio es el final y el final, el principio. Juego que sigue los mismos nombres palíndromos o circulares de los protagonistas: Ana y Otto. Círculo de casualidades: Otto cree en el amor eterno, Ana completa ese amor eterno.

Esta película vale la pena por todo el argumento, los diálogos, la narrativa, las casualidades, el destino, el amor, y por dos grandes escenas: cuando Ana y Otto se besan a escondidas debajo de la cama, y cuando Ana se baña desnuda en el lago, junto a la caseta del círculo polar. Mientras mira al cielo para ver si puede comprobar que es Otto quien conduce una avioneta, la sombra del aparato volador se introduce entre la silueta de sus dos piernas, en el agua.