
¿No sé qué me ocurre? Mi mood de sunshine forever sigue haciendo acto de presencia cada mañana. (¡Carajo, tanta miel me empalaga!, pero lo que más odio es que lo estoy disfrutando al máximo). No sé si sea el fin de la primavera que anuncia esa brisita veraniega, húmeda, y rociada de lluvia y calor; que por supuesto, invita a buscar los brazos de un artista, mi artista. No sé si sean las interminables noches llenas de confusión y consejos envinados o las canciones hipster-ñoñas de la tarde. O tal vez, sean los múltiples tés que he bebido con toques de chicle pica pica o la selección del vestido perfecto para la próxima boda.
Me emociona la idea de oír su voz y que mañana lo veré para ir a una exposición y terminaremos en su casa con besos de mezcal. Siento un aleteo en mi estomago, ese aleteo estúpidamente ñoño y ridículamente feliz. La semana se está cerrando con broche de oro. Un par de llamadas y una visita al doctor cambiaron mi estado anímico. Las tazas de té desfilaron en la semana. Primero el domingo con mi amigo Danielito-odio-el-sunshine. Bebimos té de lichi y coco por la tarde envueltos en una charla de cristal e historia. Fue una conversación de esas que se disfrutan por el exceso de inquietudes, comentarios atinados, consejos a la medida, e incluso, por las endorfinas que exhalaba este muchacho (raro en él). Además ir a la Roma al café que es de mi amigo Danielito, pero que no le pertenece es mágico. Ver el movimiento de las hojas de los arboles, oír las campanadas de la Sagrada Familia, los niños mojándose en la fuente, y ver en la otra acera la OMR se vuelve encantador. Por supuesto, más encantador fue oírlo decir que mi artista estaba interesado en mí. Claro que eso ya lo intuía.
El lunes…bueno qué lunes, por Dios! La comida hecha por mi artista, las ganas de besarnos más allá y tenernos que contener, sus manos delineando la mariposa que viaja conmigo, las notas musicales y de su aroma, la conversación llena de promesas y confesiones, su risa transparente, sus ojos claros, su barba que rasposa y el té de manzana en porcelana. El lunes me trajo de regalo un beso de despedida para tener que ir corriendo al hospital. Me trajo un eterno estado de paz y un helado de fresa en mis labios.
El martes la taza de café escribió mi historia junto con Mamá Yuli. Los consejos bailaron en mis oídos, despejando mis dudas y se tornaron trasparentes mis ideas. La decisión fue tomada y seguir viajando a la mente de mi artista me trasporto a su voz que nubla mis sentidos y hace arder mis oídos. La magia de sus palabras dibujan un horizonte lleno de luz y me preguntan, celosamente, por aquel acento diferente al mío. Las aclaraciones y confesiones tomaron un rumbo melodioso.
El miércoles bebí un té de arándano con mi amiga Yazmín, quién me mostró el lila y el azul turquesa de una tela que promete ser testigo del amor que se tienen ella y su novio. Ayudar a mi amiga en esta difícil decisión me lleno de entusiasmo. El té bailoteo entre risas y chicles pica pica. Me emociona la idea de saber que una de mis mejores amigas se casará y que Alexa llegará en septiembre.
El jueves, el té verde se mezcló entre canciones cursis y melosas y una tarde de chicas enamorados. Unas cuantas pastillas de menta refrescaron nuestra mente y Tessy y yo bebimos té en una nube de aerosol rosa. Viajamos con Anni B Sweet a un pasado que no nos pertenece pero que nos ha marcado. Buscamos fotografías blanco y negro y negativos llenos de positivos. La atmosfera se torno cursilona con deseos de testosterona y terminó en una noche de baile en nubes de algodón.
Hoy viernes, el mood se lleno de gusto porque después de varios días, de lucha y cansancio, de hospitales y radiaciones fuimos mi madre y yo por un té. Ella bebió un té Chai y yo con mi té de café y chocolate en mano reímos de la vida y con la vida. Hace mucho tiempo que mi, ahora delgada, madre no me aconsejaba y se emocionaba al oírseme hablar de los códices que pinta mi artista de nombre telenovelesco. Beber una taza de té con mi madre ha sido lo más reconfortante de la semana. Esperar noticias de una galería de 904 me llena de emoción y mañana…
Hoy amanecí con mood sunshine, mañana quién sabe…aunque mañana viajaré cerca de un hospital lleno de ángeles para encontrarme con mi artista.
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