Yoshitomo Nara
¡Hay dolor, ya me pegaste otra vez! Pensé que se había acabado la misma dinámica de sentirme jarrito de Tlaquepaque. Pero me pasó otra vez. Empezó a llover. ¿Y ahora por qué? No lo sé, tal vez por las hormonas de cada 28, o por las letras que sigo sin comprender y mal interpretar, o por la tesis que debo acabar y no consigo terminar, o por el libro que deje de leer, o porque no ha llegado el sábado y no te he podido ver, o porque no me atrevo a preguntar: “¿Por qué la conociste?, ¿por qué la viste?, ¿qué le contaste?, ¿sabe de mí?, ¿pagaste la cuenta o no?, ¿le abriste la puerta del auto mientras llovía?, ¿llegaste tarde a la cita y un desconocido le dijo que aguardara?, ¿por qué Café Corazón y no otro?, ¿qué pensarías si yo me encontrara con alguien y no te dijera nada?, ¿piensas que esa rubia es guapa?, ¿por qué te causó tanta intriga que te dijera Wolverine al revés, garras por dentro y por fuera ternura, si tú ya lo sabías, de cierta manera yo te lo había dicho?, ¿qué hubiera pasado si yo los hubiera visto?”
Mi cabeza gira y gira, y para la imaginación está, como tú (k) me dices, bie
n loca. Las preguntas, las dudas, las respuestas no me sientan nada bien. Mañana veré a nuestros gatos y les contaré en silencio lo que llevo dentro. Les diré que ayer lloré como Magdalena y sin saber por qué. Les diré que los miércoles me vienen bien porque tomo tequila y cerveza con mis amigas, pero que los jueves no me sientan nada bien, las palabras al aire me hacen sentir sola. Ella te pregunta ¿qué tanto es parte de tu vida?, yo quisiera preguntar ¿qué es ella para ti?, pero las dudas, las dudas.

Ya me volvió a dar y no sé hasta cuándo se me quitará. Hasta que otra taza de café llegue a mis labios y me diga qué hacer. Por el momento, yo jarrito de Tlaquepaque, seguiré sintiéndome mal por todo el mundo que gira a mi alrededor; por no tener el trabajo deseado; por no ganar más dinero; porque Frank ataca la mayor parte del país; porque por abrir un circulo deje cerrado tres; porque Kiwi Eugenio se fue y nunca volvió; porque estoy nostálgica; porque te extraño; porque me da la gana ser jarrito de Tlaquepaque.
Pobre Hilda, lamentándose y hablando con los gatos mientras K baila desnudo los viernes con otra(s)... Y no, el café corazón no debería ser el epicentro de tus preocupaciones.
ResponderEliminarMi estimado(a) anónimo,
ResponderEliminarMe impresiona que conozcas está historia, un poco de ficción, un poco de Gardel con Duchamp. No sé qué tan bien conozcas a K para decir que se va a bailar los viernes desnudo con otra (s). Yo tampoco lo sé, la verdad no me importa porque lleva mis besos grabados en su piel :)