
¡Qué carajos! Han venido a MAL comentarme que la entrada Ecce ancilla Domini es una vulgar herejía. Me han dicho que me iré al infierno y sin hacer ninguna escala. Que el “niñito dios” nunca fue engendrado por un ángel, sino por obra divina del Espíritu Santo. ¡Yo que creí que nadie me leía! Y ahora resulta que me lee gente que me acusa de hereje. Pues sólo me queda decir que, si me viene en gana escribir sobre cómo el ángel Gabriel se tiro a la virgen María, que me perdone diosito, pero me voy directito al infierno. Y la verdad es que si yo fuera la virgen María y se me topara un ángel divino, me dejaría someter por su santísima gracia. Ahora por este comentario, no dejo de pensar en el ángel Gabriel, y todas las noches le pido a diosito que me mande un angelito para darme la bendición de buenas noches. Espero mi novio me perdone, pero en mis fantasías de putita también le rezo a mi angelito de la guarda para que no me desamparé ni de noche ni de día.
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