jueves, 30 de septiembre de 2010

Hoy amanecí feliz

Renoir
Hoy amanecí extremadamente feliz, no sé si sean los días con lluvia y sol, o el anuncio del otoño en puerta, o el fin de semana que se aproxima lleno de fiestas, sexo, whisky, y gatos. Hoy estoy feliz y punto. No hay nada ni nadie que me quite la sonrisa de oreja a oreja que presumo por la calle. Hoy estoy feliz porque descubrí que todo lleva su ritmo, y que hay una razón por la que A te lleva B (no hay mal que por bien no venga, diría mi santa madre). Los últimos meses he estado pobre, celosa, triste, sin un buen empleo, e incluso me dejaron abandonada en Playa del Carmen sin dinero y con la pareja dinamita de J & J. Pero el día de hoy estoy feliz. Sé que pronto encontraré el trabajo ideal que me saque de esta pobreza, que dentro de unos meses me iré a vivir con el amor de mi vida, pese a quien le pese, y seguiré el curso de mi vida. Terminaré mi tesis, extrañaré la maestría, a mis amigos y a la Ibero, pero encontraré un doctorado ideal para volverme una cabrona intelectual. Viajaré (espero no me vuelvan a abandonar en un lugar lejos de mi hogar), compraré ropa, libros, cuadros, más libros y más cuadros, gatos, y zapatos de diseñador. Retomaré mis clases de francés ¡Caray! Hoy estoy demasiado feliz, y me empalaga tanta felicidad.

1 comentario:

  1. El otoño siempre trae polvo dorado, qué bien que ahora te veas envuelta en él.
    Gracias por tu comentario en mis crónicas. Disfruta la música.

    ... desconocida no. Te sorprendería saber lo pequeño que es el mundo.

    D

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