
viernes, 29 de octubre de 2010
Spartacus. Blood and sand

martes, 26 de octubre de 2010
viernes, 22 de octubre de 2010
Nacida bajo el signo de Saturno

En mi primera clase de la maestría aprendí que desde la tradición pitagórica, varios autores se interesaron en el estudio de los cuatro humores o temperamentos (sangre –sanguino-, flema o linfa –flemático-, bilis amarilla -colérico -y bilis negra –melancólico-). En ese momento descubrí que había sido “maldecida” o bendecida por el dios Saturno. Mi maestra, gran conocedora de la alquimia y mística, sobre todo en la interpretación artística, me dijo que mi carta astral estaba protegida por el planeta Saturno, quiere decir que soy melancólica. No lo podía creer (bueno, sinceramente ya lo sospechaba, no era normal tener ciertas habilidades, manías, complejos, diferentes a mis padres y a mis hermanos). Primero me asuste porque según lo que decían las lecturas, la melancolía era una enfermedad provocada por el desequilibrio humoral a favor de la bilis negra (lo reconozco a veces estoy súper contenta y en otros momentos me da por ser jarrito de Tlaquepaque, la culpa es por el día 28 y los días lluviosos, pero no soy bipolar, eso lo tengo bien clarito). Además, un librito decía que dicha enfermedad era nefasta no sólo para el individuo afectado por ella sino para la sociedad en su conjunto (ahora resulta, me dije, soy un problema para la sociedad), ya que el melancólico poderoso solía convertirse en un poderoso tirano (“aleluya, por fin algo bueno, voy a conquistar el mundo”, eran mis pensamientos perversos, sin embargo la contradicción estaba ahí. Me pedían ser parte del consejo técnico de la sociedad de alumnos, y me dio pánico escénico, así que me negué y deje a un lado mis propósitos tiránicos. Aunque aún lo pienso: soy una pequeña tiránica, o una tiránica en potencia.).
Conforme leía me daba cuenta que no estaba nada mal ser una melancólica, al contrario traía muchos beneficios. Aristóteles lo dijo con claridad: “los hombres melancólicos son hombres curiosos, disconformes e inquietos, héroes como Hércules, y descubridores o creadores revolucionarios en el campo de la poesía y de la filosofía como Empédocles, Sócrates y Platón (ahí comprendí por qué carajos me dio por estudiar filosofía); eminentes son todos los melancólicos, no por enfermedad sino por naturaleza”. Después otros necios decían que los melancólicos por venir de la bilis negra son malos, malvados, malignos, maléficos (otra vez, me dije, está padre ser la mala del cuento) de nuevo, un peligro para la paz del estado. Tales vaivenes convergen todos hacia una imagen funesta de la deidad planetaria que resultaba asociada a la melancolía y a la pereza (eso sí, soy bien floja y me gusta dormir y dormir), vicios hacia los que se consideraba naturalmente inclinados a los nacidos bajo el signo de tan desastrado planeta. Pero Ficino…oh Ficino, trajo de nuevo o la luz. Para él el temple de la tristeza melancólica es la inspiración poética, por ende, un estado de ánimo unido a la creación en un ALTO sentido. Apoyado en Ficino, el mago Cornelio Agrippa dijo que los nacidos bajo el signo de Saturno tenían el temple que impulsa el alma humana hacia el descubrimiento y la contemplación de las verdades más elevadas a partir de una fase imaginativa, una fase racional, y por último, una fase de melancolía mental.
Sea lo que sea, sigo la frase aristotélica llevada a la modernidad “Nada con exceso, todo con medida”. Seguiré el camino de mi planeta regidor, seré un poco maliciosa, tiránica y perezosa, pero también llevaré mi espíritu melancólico al mundo de las humanidades. Tal vez, descubra el artista que llevo dentro.
Conforme leía me daba cuenta que no estaba nada mal ser una melancólica, al contrario traía muchos beneficios. Aristóteles lo dijo con claridad: “los hombres melancólicos son hombres curiosos, disconformes e inquietos, héroes como Hércules, y descubridores o creadores revolucionarios en el campo de la poesía y de la filosofía como Empédocles, Sócrates y Platón (ahí comprendí por qué carajos me dio por estudiar filosofía); eminentes son todos los melancólicos, no por enfermedad sino por naturaleza”. Después otros necios decían que los melancólicos por venir de la bilis negra son malos, malvados, malignos, maléficos (otra vez, me dije, está padre ser la mala del cuento) de nuevo, un peligro para la paz del estado. Tales vaivenes convergen todos hacia una imagen funesta de la deidad planetaria que resultaba asociada a la melancolía y a la pereza (eso sí, soy bien floja y me gusta dormir y dormir), vicios hacia los que se consideraba naturalmente inclinados a los nacidos bajo el signo de tan desastrado planeta. Pero Ficino…oh Ficino, trajo de nuevo o la luz. Para él el temple de la tristeza melancólica es la inspiración poética, por ende, un estado de ánimo unido a la creación en un ALTO sentido. Apoyado en Ficino, el mago Cornelio Agrippa dijo que los nacidos bajo el signo de Saturno tenían el temple que impulsa el alma humana hacia el descubrimiento y la contemplación de las verdades más elevadas a partir de una fase imaginativa, una fase racional, y por último, una fase de melancolía mental.
Sea lo que sea, sigo la frase aristotélica llevada a la modernidad “Nada con exceso, todo con medida”. Seguiré el camino de mi planeta regidor, seré un poco maliciosa, tiránica y perezosa, pero también llevaré mi espíritu melancólico al mundo de las humanidades. Tal vez, descubra el artista que llevo dentro.
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Arte en serie,
De mi be-vida preferida,
Mi ego y yo
jueves, 21 de octubre de 2010
Otoño

Este otoño me ha tomado por sorpresa. El aire que circula es distinto. Me ha traído noticias buenas y promete mostrarme otras mejores. En este otoño se empieza a construir una historia nueva. Los muros de mi próximo hogar han llegado con el otoño. Un nuevo ciclo en mi vida fugaz comienza. Este otoño trae colores que me invitan a quedarme encerrada por siempre en los brazos de mi amante, del hombre que ha prometido amarme, del hombre cuyo misterio se encierra en sus iniciales Kafkianas y de Kandinsky. Ni Kundera lo habría dicho mejor. Este otoño es mágico, las hojas amarillas bailan y en su danza mística me han susurrado al oído. Me han dicho que una tesis está por culminar, un titulo de maestría llegará, el invierno con su gélido sol vendrá. Pero mientras esperaré con mi gabardina camel a que lleguen respuestas de museos, galerías, fundaciones, artistas, diseñadores, y otredades más. Sinatra canta otra melodía para mí y Gardel se esconde, exclusivamente, en la sección de baile. Este otoño borró las lágrimas de verano y proclama abrir la caja fotográfica de Pandora.
Por cierto, la moda otoño-invierno 2010 me ha encantado.


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De mi be-vida preferida,
Té de amores
martes, 12 de octubre de 2010
Goethe-Friedrich
El mero ver una cosa no nos activa. Todo mirar se convierte en un contemplar, todo contemplar en un pensar, y todo pensar en un enlazar, de tal manera que con sólo echar una atenta mirada al mundo teorizamos ya.
Johann W. Goethe
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Arte en serie
jueves, 7 de octubre de 2010
Fotografía erótica

En 1845 aparecen los primeros daguerrotipos, de pequeño formato, con motivos eróticos. Estos daguerrotipos mostraban de manera explícita el cuerpo desnudo de prostitutas, bailarinas o jóvenes anónimas. Tal vez, el mismo Louis Jacques Mandé Daguerre haya realizado la primera fotografía erótica al fotografiar las estatuas de yeso que hacían alusión a las tres gracias. A partir de ese momento hasta la fecha, la fotografía erótica ha causado polémica, ha sido odiado y amado, perseguido y adorado, ha dado mucha tela de donde cortar.
He aquí una pequeña lista de mis fotógrafos eróticos preferidos:
martes, 5 de octubre de 2010
Té chai con Chai la chica de humo


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Luces amigas,
Un sorbo de té
Mi amiga la hindú
Tengo una amiga hindú a la cual quiero mucho. La conocí gracias a Roxy, y ahora nos vemos todos los miércoles. A pesar de tener 26 años, tiene que regresar temprano a casa, si no su papá la regaña. Es extraño tener una amiga hindú, hay que hablar despacio o en spanglish para que ella entienda nuestra conversación de viejas cotorras. Además si salimos acompañadas de hombrecitos, ya sean novios o amigos, su papá no se puede enterar o tiene que ir su hermano, no vaya a ser la de malas que conozca a un tipo, se enamore de él y deje de lado toda su cultura-religión. R. tiene que comprometerse con un hindú de su misma clase social o casta (la verdad no sé a qué casta pertenezca ella, mañana mismo le pregunto, sólo sé que tiene que ser un hombre cuyo apellido termine igual al de ella) a pesar de que esté enamorada de alguien que no sea de su casta o que no sea hindú. Ella está convencida de que todo tiene que salir tal y como su cultura dice, piensa irse a la India para que, por lo menos, ella escoja al amor de su vida y sus padres no arreglen un matrimonio con un sujeto desconocido.
Es extraño tener una amiga hindú, pero a la vez es muy divertido. Es como una pequeña adolecente que quiere salir a todos los antros de la ciudad, bailar y
divertirse como loca, mientras nosotras queremos ir a un bar, cenar y beber tranquilas. Le aburre fumar hookah, cosa que a nosotras nos llama la atención y quisiéramos prender una cada vez que la vemos. Para visitarla tenemos que hacer todo un ritual, no podemos llevar bebidas alcohólicas (por eso casi no la visitamos), no podemos fumar cigarros (yo no fumo, pero las demás sí), y no podemos hablar muy fuerte, no por el ruido que provoquemos, sino por los temas “sexxxosos” que solemos contar. Sin embargo, nos reciben con los brazos abiertos y nos ofrecen una bebida refrescante a base de yogurt, suena asqueroso, pero es deliciosa. Por un momento, uno puede pensar que R. es la persona más cerrada del mundo, pero no, es una niña con la mente muy abierta y no se asusta de nada. La muy canija ha tenido más hombres en su cama que yo, y sabe más de sexo que todas nostras-viejas-cotorras y una que otra vieja-loba-del-mar (no por nada tiene como “Biblia” el Kama Sutra). No sé qué haría si leyera esto, tal vez me colgaría y me diría: “Hilda, por favor, que no lo lea mi padre”.
Puedo seguir y seguir contando las múltiples aventuras que he vivido con R., pero por el momento le voy a parar ahí. Sólo puedo decir que es una niña muy dulce, una gran amiga, y una excelente confidente y consejera en eso del Kama Sutra. Espero que un día conozca a un Dr. Mohinder Suresh, si ella no lo quiere que me lo preste un ratito a mí, y si lo quiere que sea muy feliz y me invite a su boda para pintarme unos tatuajes con henna.
Es extraño tener una amiga hindú, pero a la vez es muy divertido. Es como una pequeña adolecente que quiere salir a todos los antros de la ciudad, bailar y

Puedo seguir y seguir contando las múltiples aventuras que he vivido con R., pero por el momento le voy a parar ahí. Sólo puedo decir que es una niña muy dulce, una gran amiga, y una excelente confidente y consejera en eso del Kama Sutra. Espero que un día conozca a un Dr. Mohinder Suresh, si ella no lo quiere que me lo preste un ratito a mí, y si lo quiere que sea muy feliz y me invite a su boda para pintarme unos tatuajes con henna.
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Luces amigas
lunes, 4 de octubre de 2010
Estimado (1) lector, si no eres Rox no lo leas por favor

Hoy no me puedo levantaaaaaaar. Muy a la Mecano, el cumpleaños de Rox me dejó fataaaal. Tres noches sin dormiiiiir, bebiendo, fumando (el humo del cigarro del de al lado), y sin parar de reiiír. Me duelen las piernas, me duelen los brazos, me duelen los ojos, me duelen las manoooos (¿por qué nos duelen las manos a Ana Torroja y a mí?, pues ¿qué estuvimos haciendo?). Hoy no me puedo concentraaar, tengo la cabeza a reventaaar, y una tesis que terminar. Es la resaca del whiskyyyy (ojala hubiera sido champgne), etiquetas de colores que vienen y vaaaan. Hoy no me puedo levantaaaar, ojala pudiera quedarme en casa guardando camaaaa (pero sola, ¡qué aburrido!). Hoy no me puedo levantaaaaar, el fin de semana me dejó fataaaal, toda la noche sin dormiiiiir, bebiendo, bailando, y sin parar de reiiír…Ya me tuve que levantaaaar, me duelen las piernas, me duelen los brazos, el frío está del carajoooo, y la grúa casi se lleva mi autoooo. Es la resaca del boost, perlas negras que llegaaan y se vaaan. Tengo la cabeza a reventar, no me puedo concentraaaar, por eso escribo esta tontería para mi amiga Roxxx.
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Bebidas amargas y otros cuentos,
Luces amigas
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