domingo, 11 de agosto de 2013

De mí para él



Creo que sólo me acerco aquí para contar mis tristezas, para mostrarles mis desesperanzas, mis pesares, mis lágrimas escurridas en el teclado. Más que nada este espacio se ha vuelto una ventana para contarles lo que quisiera decirle a alguien más, con la única esperanza de que lo lea y me deja una respuesta. Anoche, más bien, toda la semana he cargado con millones de fantasmas, millones de ideas absurdas que no logro entender. Y me ha dolido el cuerpo, las entrañas, el pesar, el hambre. He querido salir corriendo de este mundo, he querido gritar a los mil vientos que ya estoy cansada de seguir en este rumbo que no vislumbra más que una puerta que jamás, por más que intento, logro abrir. Ayer repté las cuatro paredes de esta habitación que no es mía, vomité con sangre el dolor, tal vez sean los pedazos de un órgano que cada vez se hace más pequeño. Ayer pensé tanto, tanto que me pesó el alma sobre el cuerpo. Me he quebrado, me he vuelto a sentir una mujer a medias, una mujer incompleta. ¿Desde cuándo me quedé tan vacía?, ¿desde cuando fui escupida por el hijo de un dios?, ¿desde cuándo quise amar tanto que me he lastimado por intentarlo?
Ayer el fracaso tocó a mi puerta. Ayer me di cuenta que siento un rencor infinito por aquel que me dejó por alguien más. Me siento maldecida por él; siento que me dejó marcada, y cada vez que lo intento, cada vez que doy un paso adelante, vuelvo a sentir la cuerda que no me deja caminar. Quisiera topármelo, charlar con él y decir: “Hey, ¿cómo lo hiciste tú?, ¿cómo lograste hacer de un día para otro, lo que yo no he podido hacer en años? ¿Cómo lograste conquistar a alguien más? ¿Cuál es tu secreto? ¿Me podrías decir cómo deshacer este nudo para yo poder seguir mi camino?” Tengo tantas ganas de decirle que me he enamorado perdidamente de alguien que al pareces yo no soy la fuente de sus suspiros, que al pareces yo no soy la que le roba los sueños. Quisiera pedirle que me aconseje, de amigo a amigo, y que me diga qué debo hacer para quedarme con este chico que me quita el aliento cada vez que lo veo. Quisiera decirle que, por favor, vaya y le diga que puedo ser una excelente compañera, que durante los cinco años que vivimos juntos él fue feliz a mi lado, que le cuente mis defectos, y mis virtudes, que le diga que por las noches me gusta dormir tomada de la mano y que me gusta enredar los dedos en el cabello de quién esté junto a mí, que tomo el café sin azúcar, y que me gusta que me escriban y que me lean cuentos, que me encanta hablar de arte y que los gatos me vuelven loca, que vivo en un universo paralelo lleno de colores y que me va bien el rosa, que preparo un excelente espagueti y que soy pésima jugando videojuegos, que me da por llorar cuando está lloviendo, y que me gusta utilizar aretes extraños, que no sé usar tacones y que las flores son mi delirio, que me gusta reír, en especial si me hacen cosquillas, que me encanta el cine de arte y que siempre sueño con los ojos abierto, que los aromas me encantan y que cuando dejo mi autismo de lado, hablo hasta por los codos, que pierdo jugando a las cartas y que me gusta coleccionar peluches. Quisiera que le dijera que, por favor, me haga feliz por cuestión de justicia. Quisiera que le dijese que no fuera tonto, que no pierda más su tiempo, que aquí estoy yo, perdidamente enamorada de él, enviciada con sus ojos y con el olor de su cuello. Que todas las noches sueño con volver a tenerlo en mis brazos, que me imagino un mundo a su lado, que anhelo ver su sonrisa y que daría todo por volver a tocar sus labios. Quisiera que le dijera que yo soy tan feliz al verlo, como Alinka es feliz al ver a Farah.

1 comentario:

  1. Tu letargo maldito parece durar años y años, mientras cada una de tus arrugas se van perfilando al son de tus amargas noches.

    ¿Que habrás hecho para merecer tal maldición? Que canción habrás de cantar para dejar de llorar mientras llueve?

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